Los sistemas de infraestructuras de Los Ángeles
son especialmente complejos, pero vulnerables a la interrupción y a los
desastres.
Los Ángeles es una de las ciudades con las
infraestructuras más complejas del mundo. Famosa por sus redes de autopistas y
su dispersión, marca el punto de partida de la Ciudad infraestructural. La
metrópolis de hoy en día, según Varnelis, depende de las capas de redes de
infraestructura que conectan la metrópoli. Sin embargo, estas complejas y
grandes infraestructuras hacen de la ciudad un lugar más vulnerable a desastres
catastróficos naturales, pues con que una de estas redes se vean fuertemente
golpeadas y afectadas, por ejemplo, por un fenómeno meteorológico natural,
paralizarían toda la ciudad.
"Con un pantano improvisado, llanuras de
inundación, un desierto, montañas, y, a falta de agua, dependiente de los
recursos lejanos para sobrevivir, Los Ángeles está situada en un terreno
inhóspito", escribe Varnelis. "Ninguna ciudad debería estar
aquí."
Aun así, Los Ángeles se mantiene, sostenida por
sus extensas infraestructuras, como son las carreteras. autopistas, corredores
ferroviarios, puertos; líneas eléctricas, líneas de gas, líneas de aceite,
líneas de comunicación; agua importada para beber, para la limpieza, para el
tratamiento de residuos, para el riego de cultivos…
A través del tiempo, estas infraestructuras han
ido extendiéndose y serpenteando por
encima y por debajo entre unos y otros, con la ampliación de alcance regional y
continental y a veces mundial.
Pero actualmente Los Ángeles está en crisis. Su
población se ha incrementado y sus infraestructuras están sobre utilizadas y se
desmoronan. Las iniciativas para ampliar y mejorar estas infraestructuras han
fallado debido al carácter independiente de las poblaciones que se han asentado
aquí y que se resisten a la planificación integral.
Ante esta situación, Kazys Varnelis aporta tres
fundamentos característicos ante la infraestructural City:
En primer lugar, mantiene que la planificación
urbana organizada en Los Ángeles ha fracasado y seguirá fracasando.
En segundo lugar, insiste en que Los Ángeles debe
estar asentado en sus propios términos, sin compararlo con otras ciudades con
diferentes orígenes urbanos.
En tercer lugar, Varnelis sostiene que lo que
sintetiza y resulta de este complejo sistemas de infraestructuras autónomas es
una ciudad, un urbanismo, con sus propios dinámicas sociales, ambientales y
políticas.
Por otra parte, Varnelis organiza, a partir de
diferentes ensayos, la metrópolis de Los Ángeles en tres partes, o lo que él
llama "las escalas de las redes": paisaje, tejido urbano, y el
objeto.
Cada uno de los once ensayos, que varían en cuanto
al tema, se introduce dentro de una de estas escalas. En conjunto dan lugar a
un sistema que resuelva la comprensión de cómo funciona esta metrópoli
compleja. Estos ensayos son mostrados fotográficamente por Lane Barden, que
representa las tres redes físicas: el río (el río de Los Ángeles), la calle
(Wilshire Boulevard), y la zanja (ferrocarril).
Por otro lado, en cuanto a la contribución de
David Fletcher con “Flood control freakology: LA River watershed”, Fletcher
incide en la gran cantidad de complejidades que surgen a partir del único sistema
de infraestructura existente, el río de LA. Así, Fletcher sostiene que ante
este serpenteante río, cuyo flujo varía estacionalmente y cuyas orillas se
encontran alineadas con los pantanos verdes y bancos de arena, el río se
canalizará y forrará con hormigón. Pero también sostiene que el corredor del
río no se puede comprender como una sola entidad ya que su curso de 51 millas
está marcado por diferentes propietarios, diferentes complejidades
reglamentarias, distintos sistemas de mantenimiento y protocolos operativos,
por una gran variedad de ecosistemas que nacen a lo largo de este canal de
ingeniería, y por su tejido de infraestructuras de los sistemas ferroviarios,
carreteras, redes de telecomunicaciones y puertos.
En "Freakologies” Fletcher aporta distintos ejemplos convincentes sobre los fenómenos generales y argumentos que da en el libro. Con esto, Fletcher se refiere tanto a la parte orgánica (el agua,
los minerales, las comunidades, las comunidades de plantas y animales), como a
las manifestaciones de los sistemas de infraestructura artificiales (canales,
puentes de acero, paredes verticales y tuberías de aguas pluviales y de
descarga de aguas residuales) que sostienen la economía de LA . Estas "freakology
o ecologías raras" incluyen diferentes conceptos, entre los que se encuentran una vegetación
emergente, alimentada por los escasos nutrientes orgánicos y sedimentos
atrapados en los restos inorgánicos vertidos en el canal (coches chatarras,
compra carros, ropa vieja, bolsas de plástico); campamentos de ocupantes
ilegales bajo puentes; la quema de residuos combustibles para hacer hogueras en comunidad. Además, destacan diferentes plantas nativas, exóticas y agrícolas mixtas arrastradas por las aguas, que se alimentan de efluentes de plantas; y colonias de murciélagos, que se encuentran bajo los puentes, que ayudan a combatir los brotes de enfermedades al alimentarse de los mosquitos que se crían en el agua del río.
Se trata de las cosas de la ciudad en forma de redes infraestructuras, que según Fletcher, forma la base para un debate de
su futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario